El Médico en busca del ser humano
Antiguamente la simple presencia del médico irradiaba vida. Antiguamente los médicos eran también
hechiceros. "Maestro, di una sola palabra y mi hija estará curada…".
La vida circulaba alrededor de las relaciones de afecto que unía al médico con
quienes lo rodeaban. En aquel tiempo los médicos sabían de estas cosas. Hoy ya
no lo saben.
Veo aquel médico al lado de niña: ¿no se parece a un caballero solitario
que va a luchar contra la muerte solito? En aquel tiempo los médicos sabían
cual era su destino. Había mucho sufrimiento, sí. Había mucho
miedo, sí. Miedo y sufrimiento son parte de la sustancia de la vida. Pero nunca
supe de un médico que se estresara. No son las batallas las que producen el
estrés. Las batallas, al contrario, dan cohesión, pureza, integración al cuerpo
y al alma. El caballero solitario es un héroe con el cuerpo
cubierto de cicatrices pero con el alma entera. Los estresados son aquellos
que, sin trabar una batalla, son empujados a todas partes por una legión de demonios.
La imagen del caballero solitario que lucha contra la muere es una
imagen romántica. Bella. Conmovedora. ¿Quién no desea ser así? Critican el
romanticismo. El poeta Fernando
Pessoa comenta: pero ¿no es verdad que el alma es incurablemente romántica? El
médico antiguo era un héroe romántico, vestido de blanco. Las jóvenes doncellas
y las mujeres casadas suspiraban al verlo pasar. Aun cuando la consulta les
permitía el gozo puro del tocar su mano…
El caballero solitario que lucha contra la muerte es un santo. ¿Quién
osaría jamás pensar alguna cosa mala contra el médico? Hoy son muy comunes los
procesos contra los médicos por irresponsabilidad e impericia. Ser médico se
transformó en un riesgo. Porque nadie más cree en su santidad. Tal vez porque
han dejado de ser santos… Pero en aquel tiempo la gente juzgaba al médico como
un santo, y porque la gente pensaba así, los
médicos eran santos.
Me apasioné de la imagen. Quería ser hechicero. Quería ser el caballero
solitario que lucha contra la muerte. Quería ser el santo. Y ese ideal no era
una abstracción para mi. Tenía un nombre: Albert
Schweitzer – uno de los hombres más geniales del siglo XX. Era organista,
escritor, teólogo e hizo un trato con Dios: hasta los treinta años, haría esas
cosas que le proporcionarían placer cultural. Después, se dedicarían
enteramente a los sufrientes. Entró a la escuela de medicina a los 30 y,
después de ser médico, pasó el resto de la vida en un lugar perdido de las
selvas africanas, donde construyó un hospital de madera y palmas, donde
proporcionaba alivio al dolor. Claro nunca se hizo rico. Ni tuvo estrés. Su
imagen bella lo hacía feliz. Ganó el premio Novel de la Paz.
Yo no fui médico. Pero siempre viví encantado por aquel cuadro. El
encanto se fue rompiendo cuando hice mi doctorado en Estados Unidos. Un día fui
a escuchar una conferencia del director del hospital de la ciudad de Princeton,
NJ, donde estudiaba. Comenzó su discurso con esta afirmación que astilló el
cuadro: "El hospital de Princeton es una empresa que vende servicios".
"¡Oh, Dios", pensé.,"aquel médico ya no existe!". Y percibí
que ahora los médicos se encontraban al lado de los prestadores de servicios, a
los fontaneros, a los electricistas, a los vendedores de seguros y a los
agentes funerarios, a los choferes de taxi. Basta solo buscar en los anuncios
clasificados. La presencia mágica ya no existe. El médico es un profesional
como cualquier otro. Perdió su aura sagrada. Me vino, entonces, una definición
del médico compatible con la definición que el director había dado al hospital
de Princeton: "un médico es una unidad biopsicológica móvil, que presta
conocimientos especializados y que vende servicios".
Esa imagen está muy de acuerdo con las condiciones sociales y económicas
del mundo moderno, no tiene nada que ver conmigo. No me conmueve. No deseo ser
igual.
El
mito de Narciso, pienso, es mucho más profundo. Todos, como
Narciso, estamos en busca de nuestra bella imagen. Pero para ver nuestra bella
imagen tenemos necesidad de espejos. Espejos son los otros. En el rostro de los
otros es donde vemos nuestra propia imagen reflejada. En los tiempos antiguos
todas las personas eran espejos para el médico. Todos lo conocían. Todos lo
miraban con admiración. Hoy, muerto el médico del cuadro, el medico es ahora
buscado no por ser amado y conocido, sino por estar en el catalogo
convencional. Sus espejos ya no son los clientes, parientes o la gente. Son
ahora sus pares: colegas de empresa, socios del consultorio, congresos. Son
peligrosas esas relaciones entre pares. El primer asesinato registrado fue de
un hermano que mató al hermano. La relación del médico antiguo con sus espejos
era una relación de gratitud y admiración. La relación del médico hoy con sus
espejos es una relación de envidia y competencia.
Pienso que los médicos, hoy, son infelices por lo siguiente: se hicieron
médicos por desear ser bellos como el caballero solitario, puros como un santo
y admirados como el hechicero. Eso era lo que estaba dentro de ellos cuando
tomaron la decisión de estudiar medicina. Y eso es lo que sigue viviendo en su
alma, como nostalgia…
Así es. La vida les hizo una broma. Y hoy la imagen que ven reflejada en
el espejo, es la de una unidad biopsicológica móvil, que porta
conocimientos especializados y que vende servicios… Los médicos sufren por la
nostalgia (saudade) de una imagen que
ya no existe.
Creo que,el texto se enfoca en un ates y un después. Es decir,muestra la imagen de un medico llamándolo santo,héroe,soldado,comparándolo así con la imagen del medico de hoy en día, y la razón por la cual se hacen medicos. Si bien hablan de que en ese tiempo se hacían medico para ser como un caballero, santo o un hechicero ya que esas eran las mejores comparaciones de ese entonces. En cambio los medicos de hoy en día lo hacían buscando la misma imagen pero con una realidad distinta.
ResponderEliminarDos enfoques distintos,como quieren ser y como en realidad son. La imagen del medico en ese entonces era dada por la parte social, es decir, como el resto de la gente los veia, pero desde el lado científico eran solo profesionales. Si bien cada quien esta en busca de su propia imagen, el medico de aquel entonces estaba reflejado en como lo veían los demás, unos como un santo y otros como caballeros que luchaban contra la muerte, hoy en dia aun cuando no reciben los mismos nombres, cada uno esta en busca de su propia imagen.
El texto en cuestion, habla del cambio que ha sufrido la imagen del medico en la sociedad a lo largo de la historia, explica que antes, el medico tenia una posicion muy alta en comparacion con los demas, lo veian como un ser sobre natural que inspiraba bondad, ya que encontraban en el la solucion y cura a sus problemas como el mismo texto cita "Maestro, di una sola palabra y mi hija estará curada…", ahí se obserba que tanto para el resto de las personas como para ellos mismos el simple hecho de ser medico era algo fantastico y que iba mas alla de todas las demas profesiones; conforme ha pasado el tiempo la imagen del medico ha cambiado, se ha converitido en una persona que solo presta un servicio, ha pasado de ser una hermosa y extraordinaria labor a solo ser una persona que cumple con su trabajo, esto ha hecho que muchos medicos, por no decir la mayoria, le dan mas importancia a la remuneración que reciban por el trabajo, que a la accion real de ayudar al que lo necesita, ya sin importarles en realidad el verdadero significado que implica salvar vidas. Por esto, muchos de ellos se ven encerrados en un mundo en el que quisieran ser el caballero solitario, viven con ese sueño y esa fantasia de poder ser el hechicero de un cuento magico, sin embargo la realidad es otra y ya las cosas han cambiado.
ResponderEliminarProbablemente un estudiante de medicina tiene las aspiraciones y la bondad de estudiar esta carrera por vocación y servicio, pero al momento de ejercer se vuelve frío y empieza a manejar esta vocación como simplemente una obligación o un servicio como se dice anteriormente, y se convierte en uno mas entre miles, se ve absorbido por una realidad que hoy en día es difícil escapar.
La narrativa me identifica porque anteriormente me sentía maravillada, o quizás cegada, con la labor de los médicos, pero poco a poco me di cuenta que cada día es una profesión mas comercial que otra cosa.
El texto es excelente, es bastante real, te refleja la realidad de como son las cosas hoy en día y la génesis de esta bella profesión.
Daniela Duarte.
El argumento del autor se basa en las imágenes antiguas que se tenían de un médico, un ser superior, un ser santo, con ideales puros, dicho punto de vista cambia al ver que el medico de hoy en día, no es esa persona que muchos desean ser. El texto nos dice que: Hay quienes que sin haber pasado nada, son enviados a hacer una labor sin devoción, esto podemos interpretarlo como la otra cara de la moneda que el autor representa en su escrito. Los ideales que algunos médicos presentan, o que llegan a manifestar, tales como deseos mercantilistas, y gloria a través de ejercer la profesión. han llevado a la denigración de pensamientos hacia los médicos, por lógica, no todos llegan a ser así, pero los anteriores pensamientos que se tenían con respecto a un médico contenidos en una humanidad han ido deteriorándose. Da como ejemplo al mito del narciso, que a mi parecer encaja muy bien con los médicos de hoy en día; "una imagen que ya no existe" así describe el autor a los médicos actuales, argumento de generalización a mi parecer, cuando hoy en día aún existe dicha imagen.
ResponderEliminarAlvaro Mata
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl texto nos habla de la transformación que a sufrido la connotación de "Médico" que se a ido distorsionando a medida del tiempo, el médico y las clínicas se han vuelto un negocio pero eso necesariamente no lo veo malo ya que el médico no es el solo, tiene una familia detrás, pienso que ahora se le tiene una idea más acercada a lo que es un médico, ya que antiguamente se conocí al médico como una especie de Dios, claro eso no quita que el campo se este llenando de narcisistas que decidieron estudiar medicina para alimentar su ego que los hace creer que son dioses.
ResponderEliminarCarlos Tineo.
El autor Rubem de Alves en su texto, realiza un contraste en cuanto a los médicos de antes y los actuales. Si bien, habla sobre lo que hizo Albert Schweitzer en el siglo XX, quien a lis 30 años entro a la escuela de medicina y luego pasó el resto de su vida en las selvas africanas, curando enfermos y a quienes lo necesitaran, lo cual lo hizo un médico humanitario, no se hizo rico pero fue una persona muy feliz. Por otro lado tenemos la definición que dio el director del hospital de Princeton la cual dice que, "los médicos no son más que una unidad biopsicologica móvil que presta conocimientos especializados y vende servicio" con esto, se refiere a que los médicos son personas mercantilistas, que solo piensan en dinero.
ResponderEliminarHace énfasis en la imagen que tenían las personas en los años anteriores sobre los médicos, decían que eras santos, y los veian como personas maravillosas e incomparables. Ciertamente existen muchas personas que deciden estudiar medicina solo por el dinero, pero por supuesto no podemos negar qué hay otras que lo hacen por amor, vocación, por querer ayudar al resto.
Como dice el autor, "en el rostro de otros es donde vemos nuestra propia imagen" eso es totalmente cierto. Los médicos deben pensar en el dinero y tener cierto mercantilismo debido a que tienen una familia detrás de ellos que deben sostener, pero no pueden dejar de lado el ser humanitarios, no debes olvidar nunca la definición que tenían las personas años atrás a cerca de ellos.
Angelica Campos.
Antiguamente la simple presencia del médico irradiaba vida. Este texto de Rumben de Alves hace una breve comparación con el médico antiguo y el médico actual, en la cual el establece que los médicos de aquella época trabajaban por profesión por querer servir y prestar una ayuda social a quien la necesitara de verdad, bien dice que aquella imagen irradiaba bondad, y los comparaban con caballeros, héroes, santos, y soldados que iban solo a la guerra, también decían que el médico antiguo era un héroe romántico vestido de blanco.
ResponderEliminarHoy en día esa imagen del médico de aquella época desapareció, la sociedad se ha encargado de destruir esos parámetros y los médicos ya no piensan en su profesión con esa pasión de ayudar, son muy pocos los que siguen pensando como el médico antiguo pero si existen, los demás se han dejado llevar por la vanidad y el dinero, y por eso hoy en día se dice que tienen una imagen de ¨vender servicios¨.